L’économie du Grand-Duché a toujours dépendu de la main-d’œuvre étrangère pour son développement.
C’est au milieu des années soixante où le plus grand flux de l’émigration espagnole au Luxembourg atteint son pic avec environ 4.500 espagnols enregistrés.
Avec la création du Circulo Antonio Machado, apparaît la première association d’espagnols au Luxembourg avec une vocation de revendiquer la défense des intérêts de l’espagnol à la fois face au gouvernement espagnol et au gouvernement luxembourgeois.
L’importance de l’émigration a poussé le gouvernement luxembourgeois à convoquer une conférence nationale sur l’immigration pour parler des problèmes spécifiques des migrants et de chercher des solutions ensemble. Cette conférence a conduit les délégués espagnols à la conclusion qu’une telle expérience pourrait être étendue à toutes les associations d’émigrés espagnols en Europe en organisant au début de l’année 1976, ce qui est passé dans l’histoire comme « La rencontre de l’émigration espagnole au Luxembourg ».
La convicción por parte de las asociaciones de emigrantes reunidos de que sólo la emigración española organizada era capaz de defender eficazmente sus intereses fue el germen de todo el proceso que condujo en el año 1982 a la celebración en Palma de Mallorca del I Congreso Democrático de Asociaciones de Trabajadores Españoles Emigrantes en Europa y a la conversión de la Coordinadora en la Federación de Asociaciones de Españoles en Luxemburgo (FAEL) que mantiene el objetivo de defender los intereses políticos, sociales, económicos y culturales de los españoles residentes en el Gran Ducado y crea un marco de unión entre las asociaciones españolas existentes en el país.
Han pasado ya muchos años desde entonces y los motivos que traen al colectivo de españoles a este « rico país » en busca de una oportunidad que se les niega en el suyo, son muy similares a los del primer flujo de emigrantes que llegaron en la década de los sesenta. La situación ha cambiado muchísimo. Lo que si puede ser prácticamente idéntico es el sentimiento de nostalgia y de inseguridad inicial al llegar a un territorio desconocido con lenguas y culturas diferentes, pero puede superarse en gran medida gracias a la multitud de actividades y encuentros que organiza la FAEL y el apoyo que pueden encontrar en ella.
Esta Federación y las asociaciones que la componen se convierten para mu-chos en su segunda familia y Luxemburgo en su segunda casa. Su organización y presencia en la sociedad luxemburguesa son cada día mayores.